Análisis Duke Nukem: Manhattan Project

Nombre: Duke Nukem: Manhattan Project                                     Plataformas: Xbox 360

Género: Acción/Shooter 2D/Plataformas                                        Distribuidora: Xbox Live Arcade

Hoy en ATISAL os traemos el análisis de Duke Nukem: Manhattan Project, un shooter de scroll lateral de los de la vieja escuela que apareció en PC y en el bazar arcade de Xbox 360. Este análisis es únicamente de la versión de 360.

Duke vuelve a hacer gala de todo su carisma y hombría en este título. Se desenvuelve como pez en el agua haciendo lo que mejor sabe: patear culos de alienígenas mientras salva féminas de muy buen ver. ¿Es un buen juego Manhattan Project para 360? ¿Merece la pena? Pasad al análisis para descubrirlo.

Duke Nukem: Manhattan Project

HISTORIA

La historia de este Manhattan Project se ha mantenido inalterada con respecto al original de PC. No nos encontramos, por tanto, ante una secuela de alguno de los capítulos anteriores. Este título tiene muchas similitudes con el primer Duke Nukem, ya que Mech Morphix, el villano, se parece y actúa de forma similar al Dr. Proton del primer capítulo de la saga.

Mech Morphix quiere dominar la isla de Manhattan mediante el uso de una sustancia tóxica conocida como G.L.O.P.P. (Gluon Liquid Omega-Phased Plasma), la cual muta a criaturas a priori insignificantes en bestias que están sembrando el caos. Duke, cómo no, debe detener al villano de turno. Y de paso rescatar a las chicas que ha secuestrado. En palabras del propio Duke, "¿Por qué siempre secuestran a las que están más buenas?"

GRÁFICOS

Duke Nukem: Manhattan Project tiene el mismo apartado gráfico que poseía en PC. Ha envejecido mal, se le nota el paso de los años y eso le pasa factura, aunque teniendo en cuenta otros juegos del bazar de Xbox Live, tiene un nivel simplemente aceptable.

Duke Nukem: Manhattan Project

Tanto los enemigos como el propio Duke poseen unos modelos muy poligonados. Los escenarios pecan de repetitivos, aún a pesar de que viajamos por diversas zonas, hay algunas muy similares y que no poseen diferencias significativas con respecto a otras. Los fondos de los niveles son bidimensionales, otro punto negro del juego.

Aunque los niveles y los personajes están en unas completas 3D (de hecho Duke puede moverse en cualquier eje), el movimiento está restringido bidimensionalmente. Los varios cambios de plano, zooms y cambio de cámaras son bastante vistosos pese a los años. Además, podemos jugar un poco con la cámara y hacer zoom.

Las texturas son también algo pobres, mientras que los efectos lumínicos sí que cumplen con creces su cometido. La interfaz es clara y limpia. En definitiva, apartado gráfico discreto al que se le nota en exceso el paso de los años.

SONIDO

Este Manhattan Project tiene un apartado sonoro notable. Los efectos sonoros (disparos, gruñidos de los enemigos, sonido ambiente...) cumplen su papel a la perfección. Jon St. John dobla a Duke, el cual nos deleita con sus chascarrillos habituales, aunque no hay ningún tipo de subtítulos mientras los dice (recordemos que Duke habla en inglés), por lo que esto puede ser un hándicap para muchos.

La música es, por lo general, buena, aunque mejorable. En la otra cara de la moneda, tenemos que el juego peca mucho de reutilización de los temas. Aquí tenéis algunos temas del juego:

Grabbag (Duke Nukem Theme, versión Manhattan Project)

Rooftop Rebellion & ChinaTown Chiller

Metro Mayhem & Unholy Underworld

Fearsome Factory & Tanker Trouble & Deviant Drilling

JUGABILIDAD

La jugabilidad de DN: Manhattan Project nos recordará mucho tanto como a los dos primeros títulos de Duke Nukem, como a otros como por ejemplo Metal Slug. Avanzamos de forma bidimensional (sólo se nos permite avanzar o retroceder por los escenarios, aún a pesar de que todo es tridimensional), masacrando enemigos, rescatando chicas y resolviendo pequeños puzzles durante el proceso.

Duke Nukem: Manhattan Project

Una de las primeras cosas que quizá nos llame la atención es el hecho de que Duke no tiene salud, sino ego. Además de poder aumentarlo matando enemigos, podemos también subirle el ego a nuestro héroe rescatando chicas, obteniendo botiquines o bebiendo refrescos con gas. Perdemos ego si Duke recibe impactos enemigos, o es víctima de alguna de las no pocas trampas de los escenarios (fuego, ácido y similares).

La munición de las armas no es ilimitada. Tenemos tres tipos de munición: munición convencional, la cual es usada por armas como la pistola, la escopeta o la ametralladora ligera; bombas de tubería, las cuales podemos lanzarlas individualmente o usarlas como munición para el RPG, y G.L.O.P.P., que podemos usarlo para el mítico reductor y el cañón de impulsos. Si nos quedamos secos, Duke no está ni mucho menos indefenso. Puede patear -literalmente- a los enemigos, además de poder asesinarlos también a lo Super Mario, saltándoles encima, aunque obviamente de esta forma es más costoso y arriesgado que a tiros.

Los escenarios están repletos de enemigos y de objetos y zonas secretas. En cada nivel hay 10 nukes ocultas que hacen de objeto coleccionable. Al encontrar las diez de un nivel, aumentaremos las estadísticas máximas de Duke (ego máximo y la reserva de munición).

Duke Nukem: Manhattan Project

También tenemos que resolver algún pequeño puzzle que otro mediante interruptores, y algunos niveles son un puzzle en sí, ya que cuanto más avanzamos en el juego, tienen un diseño más complejo y es fácil perderse.

Las habilidades de Duke son variadas y el control es sencillo. Puede colgarse de salientes para treparlos, realizar un doble salto a lo Unreal Tournament, pisotear enemigos más pequeños que él, volar gracias a un jetpack, trepar por tuberías y escaleras, deslizarse por el suelo para entrar por sitios reducidos, etcétera.

En total hay ocho capítulos, y cada uno está compuesto por tres niveles. En el tercero de ellos, además, nos enfrentaremos a un jefe final con su propia barra de vida y todo, y los combates son bastante épicos, y algunos algo complejos también.

Duke Nukem: Manhattan Project

Los niveles están divididos en varias partes, y el sistema de checkpoints está bastante bien implementado. Para completar cada nivel, primero debemos encontrar la tarjeta llave correspondiente, y rescatar a una de las numerosas chicas que ha secuestrado Mech Morphix y ha atrapado junto a una bomba de G.L.O.P.P..

Aquí tenéis un vídeo con el gameplay del juego:

Gameplay

El juego es bastante largo. Los 24 niveles que lo componen aunque a priori puedan parecer pocos, son más que suficientes. Los primeros niveles son cortos, se tarda alrededor de 5-10 minutos en completar uno por primera vez. Pero los últimos están en otra liga, duran alrededor de media hora.

Hay tres modos de dificultad distintos, y lo cierto es que incluso en el nivel de dificultad más bajo el juego es todo un reto. La ambientación está bastante lograda, pese a que hay muchas similitudes entre algunos escenarios contiguos. El capítulo de Unholy Underworld nos recordará mucho a la película Mimic.

Lo cierto es que una vez completa la aventura no hay muchos alicientes para volver a rejugarla, ya que además los logros disponibles son básicamente por terminar el juego, y encontrar la mitad de las nukes del mismo.

Exterminar a enemigos oyendo los chascarrillos de Duke no tiene precio, aunque como se ha dicho antes, deberemos tener un oído fino y un mínimo de conocimientos de inglés, ya que no hay ningún tipo de subtítulos mientras los dice. De todos modos, los menús del juego y las pistas que se nos da durante el mismo están completamente en castellano.

CONCLUSIÓN

Duke Nukem: Manhattan Project es un juego mejorable, cuyo mayor pecado es el hecho de ser el juego original de 2002 inalterado sin ningún tipo de extra excepto los marcadores. A nivel jugable es bastante entretenido, aunque una vez completado no posee ningún aliciente para volver a jugarlo. El apartado gráfico es arcaico, no ha sido revisado.

No obstante si eres fan del personaje y de todo lo que le rodea es un juego recomendable, sobre todo durante esta semana, que se encuentra a mitad de precio.

Nota: 6,8