Análisis Killzone 3

Título: Killzone 3                              Plataforma: Playstation 3

Genero: Shooter en primera persona                       Distribuidora: Sony

Está a la vista, Sony ha empezado este año con fuerza, enseñando los dientes a la competencia con dos de sus colmillos más afilados. Primero, con ese universo de tela, cartón y posibilidades infinitas llamado Little Big Planet 2 y ahora con Killzone 3, el juego que nos ocupa hoy, el do de pecho de los holandeses Guerrilla Games y su hasta la fecha obra más redonda. La first party de Sony cierra la trilogía de Helghan superándose a ellos mismos y llevando al plano del ocio digital el citius, altius, fortius olímpico. Un brutal despliegue técnico que va a satisfacer a todo el mundo pero, sobre todo, a los incondicionales del género.

Absurdamente etiquetado años atrás como el "Halo Killer" de Playstation, la franquicia Killzone es ya un clásico de las máquinas de Sony. Los usuarios de las tres últimas consolas de la compañía, Playstation 2, PSP y Playstation 3, llevan propinando plomo y fuego a los Helgast desde que la saga viera la luz allá por 2004. Y es que los buenos resultados cosechados tanto a nivel de críticas como de público han permitido al estudio holandés centrar toda su atención en ella, haciendo de cada episodio un tour de force que empequeñece al anterior. Pero no todo el monte es orégano, en contraposición y al margen de aspectos técnicos, la serie parece haberse estancado en sus propias raices, el mal común hoy día de los juegos de acción en primera persona. El género necesita con urgencia una evolución, un pequeño paso adelante que lo revitalice  y nos transmita sensaciones nuevas sin romper sus cimientos. Es del todo preocupante que al ver la escena final de una superproducción como Killzone 3, habiendo disfrutado plenamente de sus aproximadamente ocho horas de campaña, un  atisbo de dejavu nos haga preguntarnos: ¿pero esto no lo he jugado yo antes?.

LA LUCHA POR EL PODER. UN PLANETA EN PIE DE GUERRA

Si sentís algún aprecio por la historia de la saga, y aún no habéis finalizado Killzone 2, se recomienda prudencia a la hora de leer las siguientes lineas ya que esta tercera entrega continua exactamente dónde finalizó la anterior. Dentro de un flashback que dura hasta el ecuador del juego, Rico, nuestro personaje, y Sev, su hermano de sangre, tienen a sus pies el cadaver del dictador Visari, cosa que rompe los planes del mando ISA, interesados en capturar con vida al vil tirano con la intención de usarlo en un futuro. Así, con el descontento de Narville, su inmediato superior, Rico y su camarada se ven envueltos una y otra vez en continuas discusiones sobre el curso de acción a tomar en el campo de batalla. Además, por si tener a las tropas enemigas cerrándose sobre ellos no fuese bastante problema, el descubrimiento de un arma de descomunal poder abre otro frente contra el que luchar.

Igualmente, con el Mariscal Radec a punto de suceder al dictador caido, el gobierno Helghast es chantajeado por Jorhan Stahl, magnate de la industria armamentística y hasta ese momento asesor militar, cuando pone contra las cuerdas al despreciable grupo de tiranos, a medio camino entre el Reich Nazi y los líderes Soviéticos de principios del siglo pasado, que mueve los hilos del planeta dándoles a elegir: O el dirige la función o el ejército no tendrá acceso al material de última generación que manufactura. Es por esto que la lucha sin cuartel contra el enemigo y las internas de cada facción circulan en paralelo hasta explotar en un climax final en un escenario que al menos vuestro seguro servidor no esperaba.

Se avisa de antemano, Killzone 3 supera en todo a su predecesor y la historia no es una excepción. Guerrilla ha intentado darle variedad y plantarle cara a la monotonia. Los feroces combates dejan de vez en cuando paso a fases sobre tanques, mechas, los famosos jetpacks e incluso, con una tétrica jungla como telón de fondo, a momentos de sigilo e infiltración... bastante descafeinada, todo hay que reconocerlo. En cualquier caso el hilo de traiciones, lealtades, juegos de poder y conspiraciones a escala planetaria consigue una mayor implicación por parte del jugador y se fusiona como un todo con unas batallas a un nivel como pocas veces ha visto la sobremesa de Sony.

DESCOMUNAL APARTADO TÉCNICO. LA GUERRA SE VIVE EN PS3

En opinión de un servidor, Killzone 3 tiene una de las mejores facturas técnicas de esta generación. La carga gráfica que soporta el hardware de Ps3 es de locura, no es de extrañar por tanto que la tasa de imágenes por segundo se resienta en dos o tres momentos puntuales del juego. Uno de ellos en particular, la batalla contra un blindado MAWLR de bíblicas proporciones, un puro espectáculo visual a 720P que seguro a puesto a prueba las habilidades de los grafistas y programadores del estudio.

La ruina y la desesperación que flota en la atmósfera del planeta y que es, desde luego, marca de la casa, está presente también en Killzone 3. No obstante Guerrilla ha querido sacarnos un poco de los oscuros y lóbregos escenarios a los que la saga nos tiene acostumbrados y también nos lleva por entornos dónde la luz predomina sobre los tonos ocres, ojo, sin que perdamos por ello la constante sensación de que el enemigo nos acecha tras cada esquina. Zonas de guerra urbanas, cuarteles enemigos en glaciares, junglas... el estudio ha escuchado el feedback de la comunidad y ahora no da prácticamente tiempo a que nuestras retinas se acostumbren a tal o cual escenario. Chapeau.

Animaciones, texturas y, especialmente, el modelado de personajes y armas lucen más que bien, al igual que los escenarios, maquiavélicamente ideados para ofrecer un realista campo de batalla con ese toque sci-fi tan especial que el arsenal de última generación da al juego. Columnas de humo con un solvente efecto volumétrico, viento que arrastra los despojos de unas tierras devastadas, copos de nieve, siluetas recortadas por los geniales juegos de luces... ¡y encima con soporte para televisiones 3D!. Enumerar todas las virguerías visuales sería una tarea exhaustiva. En serio, hay que verlo por uno mismo.

Y si lo que entra por los ojos convence, lo que entra por los oidos no se queda atras. Guerrilla ha vuelto a confiar en su compatriota Joris De Man para la partitura de esta nueva entrega y, con franqueza, la decisión no ha podido ser más acertada. De Man conoce el terreno que pisa y se nota. Quién tenga alguna duda al respecto, por favor, que haga click aquí y escuche con atención el "Opening Theme" de Killzone 3. Melodias aparte, la contundencia del sonido en armas, explosiones y demás hace de este juego el título ideal para presumir ante los amigotes de amplificador DTS. Por último, el magnífico doblaje al castellano pone la guinda a un apartado sonoro de bandera. Como debe ser.

SÍ, LO MISMO DE SIEMPRE, PERO MÁS Y MEJOR

Empuñar el Dualshock con Killzone 3 no es muy diferente de hacerlo con cualquier otro shooter y su sistema de coberturas no sólo sigue dejándonos muy buenas sensaciones sino que además, gracias a un mejor y más estratégico posicionamiento de la cámara, nos amplia el campo de visión notablemente, lo que se traduce en una mayor efectividad en combate. Se ha corregido ese pequeño retardo al mover el stick izquierdo que estropeaba un poco la experiencia de juego en la anterior entrega y ahora es mucho más preciso. Se han añadido ejecuciones cuerpo a cuerpo tan brutales como satisfactorias y con la simple pulsación de un botón en el momento adecuado podemos degollar a un contrario o hundir los pulgares en sus escarlatas ojos.

Así mismo las novedades en cuanto a vehículos y arsenal inciden directamente en  la jugabilidad. En cuanto a los primeros la estrella es el jetpack. Divertido, fácil de usar y... algo desaprovechado, un gadget así de atractivo debería haber dado más juego ya que su uso se limita a unos momentos muy concretos de nuestra aventura en el glaciar y, apenas le hemos empezado a coger el gusto, zas, se acabó. De entre las armas, el nuevo lanzamisiles WASP causa sensación entre las filas Helgast, pero todas, en lineas generales, los mata bien muertos. Igualmente hay que señalar el impacto  de estas en los escenarios. Sin llegar a lo visto en Battlefield: Bad Company 2,  son muchos los elementos de los decorados que podemos destrozar a tiros, algo que no carece de importancia ya que no sólo suman puntos a la estética del juego sino que también hace que nos pensemos dos veces dónde y con qué nos parapetamos.

Bien en solitario, bien jugando cooperativo con un amigo a pantalla partida (no hay opción online para este modo), volvemos a lo mismo, todo el desarrollo en Killzone 3 es endiabladamente "scriptado". Desde el comportamiento del enemigo a la "estratégica" colocación de las armas en los escenarios, todo obedece a lo mil veces visto en el género.  En Guerrilla no están dispuestos a sacrificar matiz alguno de su "storyboard" en beneficio de que el jugador pueda, de un modo otro, tomar decisiones propias. Aquí la historia manda y eso es algo que el estudio tiene muy claro. Aunque lo cierto es que, a pesar de los pesares, nada podemos echarles en cara ya que el juego no nos da tiempo a respirar, continuamente pasamos de una situación a otra y antes de que nos demos cuenta nos habremos finiquitado las aproximadamente ocho horas de la campaña. Por algo será ¿no?.

Más y mejor de lo mismo también en el modo competitivo. Elegimos clase (ingeniero, tirador, médico..) al comenzar la partida y nuestras acciones en el campo del honor se verán recompensadas en forma de puntos de experiencia con los que mejorar nuestras habilidades y equipo dentro de un amplio abánico. Se acentuan aún más las diferencias entre clases y especializarnos será nuestro mayor reto, no obstante, al estar todas abiertas desde un principio siempre podemos cambiarla,  dándo así un nuevo enfoque a nuestro juego. Lo malo es el escaso número de mapas y de modos de juego, Operaciones, el más novedoso de estos últimos, es un "deathmatch" por equipos con objetivos en toda regla basado en la propia campaña. Nada que anteriormente no hayamos visto pero que garantiza horas y horas de tiros en compañía de un máximo de 24 jugadores.

EL MEJOR KILLZONE. ¿SE CIERRA UNA ETAPA?

Guerrilla ha puesto toda la carne en el asador y ha dado a los usuarios de Ps3 un gran juego de acción en primera persona que es, desde ya, una referencía por su apartado técnico. El título brilla en todos y cada uno de sus apartados pero es la suma de estos la que nos impide encumbrarlo cómo nos habría gustado. La pregunta es por tanto obligada: ¿Cual es el problema, si este verdaderamente existe? pues que estamos ante un descomunal despliegue de medios al servicio, con ligeros matices, de lo mismo de siempre. Una fórmula que mueve legiones pero que empieza a acusar síntomas de desgaste. Es por esto que Killzone 3, siendo el gran juego que es, nos deja un agridulce sabor a dejavu que ni siquiera su gran multijugador ni sus potentes valores visuales pueden mitigar. Que estas últimas lineas no suenen a fracaso, si eres un fan del género o, simplemente, tienes una Playstation 3 lo nuevo de estos maestros de lo digital merece tu atención. A Guerrilla Games les falta un hervor para lograr el shooter definitivo y estamos seguros de que acabarán consiguiéndolo.

LO MEJOR

• Intachable visualmente. Una referencia para esta generación
• Sensibles mejoras en el control
• Lo variado de su desarrollo
• Completa localización al castellano
• Aunque podría haber dado más juego, el jetpack
• Horas y horas de multijugador competitivo
• Soporte para televisiones 3D y Move
• Multijugador cooperativo...

LO PEOR

• ... pero sólo a pantalla partida. Menos es nada.
• La falta de originalidad y novedades que acusa el género

NOTA: 8.5/10