Análisis Maneater

Título: Maneater                           Plataforma: PlayStation 4, Xbox One, PC

Género: Acción, sandbox               Distribuidora: Koch Media

Un par de años después de su anuncio en la E3, TripWire nos trae Maneater. El título nos hace una propuesta bastante fresca y original: ser la bestia asesina sedienta de sangre, en lugar del guerrero elegido por el destino para cazarla. Y es que en esta ocasión encarnaremos a un tiburón gigante y hambriento de carne humana, dándonos una aproximación a lo que sería seguir la famosa película de Steven Spilberg, pero desde el punto de vista del escualo.

   Adentrémonos ahora en las profundidades marinas mientras acechamos a todo bañista lo bastante imprudente como para ponerse delante de nuestros dientes. Ésto es Maneater.

 

HISTORIA


La historia nos coloca en un inicio en la húmeda piel de un tiburón lamia gigante. Tras traer el caso al Golfo de Mexico devorando a todo humano que se nos acerque, seremos capturados por un cazatiburones legendario, Pete el Escamoso. Tras dejarnos colgados sobre la cubierta de su barco, Pete abrirá en canal al tiburón, descubriendo no sólo que se trata de una hembra, sino que además llevaba una cría en su vientre.

   Tras marcar a la cría con diversos cortes, ésta se revuelve y consigue escapar al agua tras arrancarle la mano a Pete. Y aquí comienza nuestro viaje bajo las olas, en la piel de este cachorro de tiburón, en un afán de crecer y buscar venganza contra el cazatiburones.

   La historia viene narrada en las diversas escenas como si estuviéramos viendo un programa de Discovery Channel, como Monstruos de río o Pesca extrema. Este programa se centra en las vivencias de Pete el Escamoso en su trabajo como cazador de escualos.

   La historia en sí es bastante simple, se trata de una historia de venganza bastante al huso. Sin embargo en un título que se basa en onvertirnos en un tiburón asesino y devorar cualquier cosa que toque las aguas enfrente nuestro, está claro que la narrativa no es el punto prioritario. A pesar de ello, la historia se cuenta con un toque humorístico, irónico, francamente bueno, que nos arrancará una sonrisa con bastante frecuencia, sobre todo gracias al narrador del programa.

 

GRÁFICOS


A nivel técnico no puede decirse que Maneater sea ningún portento, aunque el resultado que ofrece tampoco es malo. El diseño y modelado de nuestro acuático protagonista es bastante bueno. Amén de sus animaciones que, si bien no muy numerosas, están bien conseguidas. En cuanto al resto de fauna, tanto humana como animal, que nos encontraremos, el nivel es algo menor, tanto en número como detalle, aunque manteniendo un nivel decente en general, como ya hemos dicho.

   Los escenarios están bastante bien diseñados. Si bien ninguna de las zonas por las que nadaremos es especialmente grande o extensa, TripWire ha conseguido que cada una de ellas tenga algo especial, alguna seña propia que la distingue de las demás. Los fondos marinos están relativamente bien detallados, si bien en las ocasiones en as que chapoteemos sobre la superficie veremos que el nivel de detalle es menor.

   El rendimiento también es bastante estable. Podemos encontrarnos con alguna bajada de frames muy puntual cuando la cantidad de cazadores en pantalla sea realmente abrumadora, pero será una situación bastante rara y que no nos molestará apenas mientras devoramos a nuestro antojo.

 

SONIDO


En este apartado, tanto los efectos sonoros como la banda sonora de Maneater están bien logrados. No puede decirse que el resultado sea magnífico, pero sí es bueno. La banda sonora acompaña bien a nuestras aventuras submarinas, sin molestar en ningún momento, y con algunos momentos puntuales que nos recordarán mucho a la BSO de Tiburón. Serán sólo unas cuantas notas concretas, pero el guiño sonoro no nos pasará desapercibido.

   Donde sí se puede decir que se ha logrado un nivel más que bueno es en el doblaje. Las voces en Maneater están en castellano, y con un trabajo muy bueno. Tanto la voz de Pete el Escamoso como la voz en off del locutor nos dan la impresión de estar viendo un programa de televisión de Discovery Channel, como se pretende. Además, mientras jugamos el locutor nos irá diciendo muchas frases con datos generales sobre los tiburones, plagados generalmente de humor e ironía y que nos arrancará una sonrisa prácticamente cada vez que lo oigamos.

 

JUGABILIDAD


Maneater se basa en una premisa muy simple: devorar todo lo que se coloque a tu alcance. Al principio, mientras aún somos una pequeña y adorable cría de tiburón, apenas podremos devorar pequeñas tortugas y meros. Al ir alimentándonos iremos ganado experiencia y subioendo de nivel, lo que hará que vayamos creciendo, pasando de cachorro a adolescente, de ahí a adulto, a anciano y, por último, a mega. Conforme vayamos ganando en tamaño y poder iremos pudiendo enfrentar, y devorar, a objetivos más grandes y peligrosos. También habrá zonas para las que tendremos que llegar a alguna etapa concreta de nuestro crecimiento para acceder.

   Además de ir creciendo, al devorar algo también iremos ganando varios recursos: proteínas, grasas, minerales y mutágenos. Estos recursos los necesitaremos para ir evolucionando y mejorando estas mutaciones que iremos adquiriendo: desde colmillos de piedra capaces de atravesar el acero, a aletas eléctricas quenos permitirán un pequeño teletransporte al esquivar los ataques, dispondremos de una amplia cantidad de mutaciones con las que podremos personalizar a nuestro asesino subacuático a nuestro gusto, siempre en unas cuevas concretas en las que podremos utilizar esta capacidad adaptativa de nuestro tiburón.

   Cada una de las zonas están realmente plagadas de coleccionables, divididos en matrículas de coche, cajas perdidas de recursos y diversos puntos de interés a descubrir. Estos puntos de interés son de lo más variado, de un altar de invocación a Cthullu a el cocodrilo de Hook, con su consabido reloj en la boca incluído. Todas estas zonas van acompañadas de comentarios realmente divertidos del locutor, y nos arrancarán más de una sonrisa. Al ir consiguiendo estos coleccionables iremos desbloqueando diversas evoluciones.

   Otra forma de desbloquear estas evoluciones es devorando a los diversos cazadores de tiburones que nos enfrentaremos. Y es que tendremos un sistema de búsqueda parecido al de persecución policial de GTA, por ejemplo. Cada vez que causemos conmoción entre los habitantes de la superficie, empezarán a acudir cazadores tratando de abatirnos. Cuando este nivel de infamia aumente lo suficiente, aparecerá un cazador a modo de jefe. Al devorar a este cazador, ganaremos una evolución más para nuestro escualo. Habrá un total de 10 cazadores esperando a enfrentarse a nosotros cada vez que perturbemos la paz por encima de las olas.

   Los controles de Man Eater son bastante sencillos: tendremos, principalmente, un botón para nadar más rápido, otro para esquivar, otro más para pegar un coletazo con el que apartar a los enemigos y un último botón para controlar nuestra mandíbula, que nos permitirá tanto mantener a nuestra presa en nuestras fauces como morderla repetidamente hasta devorarla. Los controles, a pesar de ser sencillos, nos ofrecen una cantidad de posibilidades bastante elevada. Podremos morder a un submarinista que intenta arponearnos y arrojarlo de un coletazo contra un barco enemigo, o devolver a los cazadores una bomba que nos arrejen. Sin embargo, los combates contra los cazadores suelen llegar a ser realmente frenéticos en poco tiempo, por lo que en la mayoría de ocasiones, en lugar de utilizar todas estas posibilidades que tendremos, nos veremos limitados a pulsar compulsivamente tanto el botón de ataque como la esquiva (con la que podremos ir dañando las embarcaciones enemigas a la vez que evitamos el daño).

    Un punto negativo de Maneater es la poca variedad de misiones, tanto principales como secundarias, de que dispondremos. Y es que la mayoría se limitará a matar una cierta cantidad de un tipo de pez concreto (o de bañistas), o cazar a un cocodrilo, una barracuda o a un enemigo concreto.

 

CONCLUSIÓN

 

Maneater es el típico título que no suele llamarnos la atención si lo vemos en las estanterías de una tienda, y más si a su lado hay algún triple A al que le tengamos más ganas. Sin embargo, es uno de estos juegos que demuestran que las apariencias engañan y, si le damos una oportunidad, nos ofrecerá uno de los ratos más entretenidos y divertidos que hemos podido disfrutar en mucho tiempo. Cierto que tiene fallos y cosas mejorables, pero realmente estamos ante un juego que, sin muchas pretensiones, resulta realmente disfrutable.

 

NOTA: 7,1