Análisis Remnant: From the Ashes

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Título: Remnant: From the Ashes    Plataformas: PC, Xbox One, PS4

Género: Acción y Rol                      Distribuidora: Gunfire Games / Perfect World

El verano siempre suele ser una época poco proclive a contar con grandes lanzamientos en el sector de los videojuegos. Un desierto para las desarrolladoras y distribuidoras que prefieren aglutinar sus títulos cerca de la campaña navideña para así conseguir grandes réditos con las ventas. Pero como siempre, hay excepciones, pequeños oasis que dan sentido a estos meses de asueto para los jugones. Un claro ejemplo lo tenemos en Remnant: From the Ashes, el nuevo título de Gunfire Games, los creadores de Darksiders III. Es un shooter de acción, rol y supervivencia cooperativa para hasta tres jugadores que nos llevará a enfrentarnos a criaturas de otra dimensión en una aventura que tiene grandes influencias de grandes títulos como la saga Darksiders, como es previsible, y otros como Darks Souls. ¿Es una gran propuesta para disfrutar de los últimos coletazos del verano? Descubrámoslo, jugadores.

 

HISTORIA

 

A finales de la década de 1960, unos científicos de la Tierra descubrieron una piedra grabada con unos extraños símbolos. Al descifrar estas runas, consiguieron abrir un portal a otros mundos. Pero había algo acechando al otro lado… una fuerza maligna de seres aterradores conocidos como los Vástagos que invadieron la Tierra y diezmaron su población. Tu misión comienza ochenta años después de la invasión, en los confines de una ciudad en ruinas oculta bajo la sombra de una misteriosa torre, denominada Torre del Dragón. Nuestro objetivo es claro: derrotar a los Vástagos y salvar a la humanidad.

Tras un corto tutorial seremos rescatados y trasladados hasta la Base 13, bastión donde se guarecen los refugiados y escenario desde el que se trata de investigar qué es ‘La Raíz’, foco de las criaturas a las que combatimos, y cómo vencerla.

Esos son los cimientos sobre los que se asienta la historia de este juego que no nos ofrece una trama muy compleja, más bien estándar para el tipo de género que abordamos, pero que es lo suficientemente profunda como para mantenernos enganchados hasta que consigamos alzarnos con la victoria.

Para ello, el juego cuenta con diversos NPCs que nos irán desvelando más datos a lo que hay que sumar notas que iremos encontrando esparcidas por los diferentes escenarios que visitaremos y que ampliarán el lore de este universo terrorífico y devastado.

 

GRAFICOS

 

Remnant: From the Ashes no es un juego que entre por los ojos. Ofrece un apartado gráfico bastante resultón con especial énfasis en la variedad de texturas y modelados de enemigos que nos encontraremos durante nuestra aventura. También son destacables los efectos de partículas y explosiones, que lejos de títulos como el mencionado Darksiders 3, ofrecen bastante empaque y realismo en nuestros tiroteos.

En su defensa hay que incidir en que Remnant no es un Triple A (tiene un precio bastante reducido) por lo que su acabado técnico no es comparable a títulos de From Software como Dark Souls o Bloodborne, pero en cambio sí apuesta por la variedad de enemigos y escenario, lo que hace más divertida la exploración de los mismos.

Las animaciones también son resaltables y la recreación de las armas y armaduras con las que personalizaremos a nuestro personaje ofrecen bastante variedad al conjunto.

En nuestro caso, la versión probada para su análisis ha sido la de PS4 y ofrece al jugador unos rocosos 30fps en todo momento en resolución 1080p en una PS4 Pro. Ni siquiera con multitud de enemigos en pantalla se resiente el framerate, algo que es de agradecer, aunque habría sido todo un acierto haber mejorado de alguna manera la versión de Pro frente a la PS4 normal como otros muchos juegos desbloqueando por ejemplo el framerate e incluso alcanzando los 60 gloriosos fps ya que en este tipo de juegos son muy de agradecer al ofrecer una suavidad extra importante.

 

JUGABILIDAD

 

Remnant es un juego en tercera persona y en muchos momentos tendremos la sensación de estar ante un Darksouls de tiros porque las mecánicas son muy similares. Deberemos esquivar a los enemigos, combatirles cuerpo a cuerpo y, en la mayoría de ocasiones, desintegrarlos gracias al gran arsenal de armas de fuego y de otros tipos que nos iremos encontrando por el camino.

De primeras, el título nos obliga a elegir entre tres tipos de arquetipos o roles: cazador (especializado en combate a larga distancia), exseguidor de secta (especializado en apoyo y combate a media distancia con escopetas) y chatarrero (especializado en combate a corta distancia y cuerpo a cuerpo). La elección marcará nuestra forma de afrontar el reto y, por tanto, la búsqueda de equipamiento para hacer viable nuestra andadura.

En este sentido, Remnant: From the Ashes tiene una forma muy peculiar para mejorar nuestro personaje. No hay niveles como en otros tantos juegos de rol sino que contaremos con puntos de rasgo que podremos aumentar hasta un cierto límite y que conformarán nuestra particular especialización. De primeras, cada arquetipo cuenta con tres rasgos únicos y el resto los podremos desbloquear completando misiones, derrotando a los jefes de zona o con algunas acciones un tanto enrevesadas que nos divertirán más de la cuenta.

De esta manera podremos especializarnos en contar con mucha probabilidad de crítico y fortaleza para soportar los ataques de los enemigos y así aguantar lo suficiente en el campo de batalla como para provocar daños masivos. Para ello deberemos encontrar unos tomos especiales (marcados en color morado) que nos permitirán aumentar en un punto esos rasgos.

En todo momento, el juego nos ofrece bastante información de nuestras estadísticas así como del daño que le realizamos a los enemigos que, como es obvio en este tipo de juegos, cuentan con una barra de vida y pueden recibir daños normales y críticos (diferenciados en colores).

Hablando de daños, nosotros podremos curarnos a través de una característica muy típica en los Souls de From Software como es el uso del Corazón del Dragón, un elemento curativo con tres cargas (aunque podremos aumentarlas durante el transcurso de la aventura) y que será nuestro salvaconducto cuando la situación se complique y nuestra barra de vida se reduzca considerablemente. Estas cargas podremos recargarlas de forma automática cuando lleguemos a los puntos de guardado simbolizados en unos grandes cristales rojos y que realizan la misma función que las hogueras en los Souls.

Pese a que Remnant ofrece características vistas en otros títulos, también cuenta con otras singulares y únicas que lo hacen tan especial. La principal es su enorme rejugabilidad. No en vano, el equipo de Gunfire Games afirma que ha creado una experiencia de “aventura infinita”, por lo que al terminar el juego, algo que nos llevará entre 15 y 20 horas, solo habremos disfrutado, según apuntan “de un 45 % del contenido del juego” por lo que “las partidas posteriores no te mostrarán necesariamente todo lo que te has perdido”.

Y es que el juego, con cada aventura genera un mundo único en el que se reparten algunos jefes (no todos) que conforman la trama del juego. Si a eso se le añade que cada uno de ellos nos recompensará tras derrotarle con objetos únicos con sus estadísticas fijas, la rejugabilidad está a la orden del día ya que deberemos realizar varias pasadas en la aventura para poder descubrir la casi veintena de jefes finales y conseguir así sus legendarias recompensas.

Precisamente, los jefes finales son otro de los grandes alicientes de este juego. Ofrecen un reto que en muchas ocasiones roza picos de dificultad injustificados y que nos llevará a repetir los enfrentamientos hasta que les hagamos morder el polvo. Desde Gunfire Games apuntan que Remnant ajusta la dificultad basándose en tu progreso y el número de jugadores que haya en tu equipo, pero en nuestro caso que hemos jugado la aventura en solitario, ha habido ocasiones en que la dificultad era tan elevada que hemos debido de hacer uso de muchas dosis de paciencia para derrotar al gran enemigo de turno. Por suerte, no existe una gran penalización al morir. Solo perderemos el tiempo que hemos destinado desde el último punto de control pero el botín, los objetivos y la experiencia que hayamos ganado hasta ese momento no se esfuma.

Por esta razón, desde Gunfire Games recomiendan que el juego se disfrute en cooperativo. Pese a que hay fuego amigo (reducido a un 25% del daño real), la satisfacción de mezclar los tres arquetipos para superar los retos que proponen los jefes es todo un aliciente.

La aventura comienza con el modo de dificultad normal, la recomendada por los desarrolladores, y nos invita, una vez superado a completarlo en Difícil y Pesadilla, algo viable siempre y cuando hayamos exprimido bastante el juego en modo normal y ya contemos con equipamiento y rasgos en niveles altos, lo que reducirá nuestras horas de juego a priori al eliminar antes a los enemigos que nos encontremos por el camino.

También es reseñable la economía del juego y su progresión. La chatarra será nuestra moneda en Remnant. Con ella podremos comprar consumibles, mejorar nuestro equipamiento o crear mods y armas poderosas y para conseguirla deberemos inspeccionar los mapas y eliminar enemigos. Una manera de potenciar la rejugabilidad ya que para aumentar el poder de nuestro equipamiento necesitaremos grandes volúmenes de chatarra por lo que el farmeo será fundamental para seguir progresando.

 

SONIDO

 

Si a nivel gráfico y técnico Remnant no puede presumir de ser un juego Triple A, tampoco lo hará en su apartado sonoro. El juego cuenta con una banda sonora que cumple con su cometido de meternos en acción y en otros momentos de erizarnos el rizo en las fases de exploración. En cualquier caso, la banda sonora cumple y queda relegada a un segundo plano ante los intensos tiroteos que tendremos que llevar a cabo. Y ahí sí que mejora ostensiblemente ofreciendo sonidos contundentes de las armas que portemos, que van acompañados de un gunplay bastante adictivo, y que le hace ganar muchos enteros al disfrutar de grandes dosis de acción.

Además, el juego viene totalmente doblado y traducido al castellano, algo muy de agradecer si tenemos en cuenta que es un proyecto que no ha contado con un gran presupuesto pero que, en cambio, si quiere mimar a los compradores con este tipo de detalles para facilitar la ambientación y la sinergia con el mundo que tenemos que recorrer.

En el lado negativo tenemos que el juego presenta problemas de sincronización labial y eso en cierto modo empaña el esfuerzo por doblarlo a la lengua de Cervantes.

 

CONCLUSIÓN

 

Remnant: From the Ashes es un juego que te va a divertir y te va a mantener enganchado durante horas delante de la televisión o el monitor. Si alguna vez soñaste con un Souls de tiros, esta quizás sea la propuesta que se acerque más a ese anhelo. Porque Remnant ofrece un gunplay muy consistente mezclado con la clásica esquiva en un mundo lleno de secretos y variado en sus localizaciones que te empuja a seguir investigándolo para mejorar tu equipamiento y, sobre todo, a tu personaje. Sus toques de rol, de farmeo y sus escenarios únicos para cada partida, ofrecen un conjunto con mucho empaque que hacen especial a este título de los padres de Darksiders III. Además, la posibilidad de jugarlo en cooperativo con otros dos jugadores más (algo muy aconsejable ya que en ciertos momentos la dificultad es muy elevada) es todo un aliciente para seguir disfrutando de este título que tiene influencias de tantos otros pero que a su vez presume de tener también personalidad. Si te gustan los retos y los Souls son demasiado para ti, aquí tienes un gran divertimento para esquivar, nunca mejor dicho, al calor.

LO MEJOR

  • Es muy rejugable. Cuando lo acabemos querremos más y en la siguiente partida nada será igual. De diez.
  • Gunplay muy adictivo y gran variedad de armas.
  • Los jefes finales. Cada uno presenta sus propios retos. ¡Y hay muchos!
  • Su reducido precio.
  • Totalmente traducido y doblado al castellano.

LO PEOR

  • El apartado gráfico no está a la altura de su jugabilidad. Es resultón pero comparado con otros títulos que juegan en su liga, queda un paso por detrás.
  • Los tiempos de carga en la versión de PS4. En algunos momentos llegan a superar el minuto y son desesperantes.
  • Errores de sincronización labial en los diálogos.
  • Los puntos de control a veces están muy separados entre sí y si morimos deberemos repetir escenarios que, en muchas ocasiones, son muy complicados.

NOTA: 8