Análisis Call of Duty: World at War

Todos sabemos ya el desenlace de la Segunda Guerra Mundial a estas alturas. No obstante, en este título se nos muestran dos puntos de vista muy interesantes desde la perspectiva narrativa. Como Dimitri Petrenko, soldado del Ejército Rojo, deberemos en primera instancia sobrevivir en Stalingrado, devastado por la ofensiva alemana durante la infame Operación Barbarroja. Posteriormente, veremos como junto con el Sargento Reznov, avanzamos arrolladoramente hacia el corazón de Alemania en un viaje de venganza en el que las atrocidades se cometen por parte de ambos bandos por igual; sin demonizar a un bando en concreto como suelen hacer otras superproducciones.

En el frente del Pacífico, encarnamos al soldado Miller, de los Raiders de Carlson. Lucharemos por terrenos variopintos contra soldados imperiales japoneses, como por ejemplo Okinawa y diversos islotes circundantes. Aquí tenemos una guerra algo más pausada en la que predominan los rifles de cerrojo japoneses, muy numerosos y que contrastan mucho con las armas automáticas del frente soviético-alemán anteriormente citado. También seremos testigos de las pésimas condiciones climáticas de este frente, que además hacían mella moral y psicológicamente en los soldados norteamericanos. Había barro en el que los vehículos se atascaban, los recursos tardaban en llegar y los soldados tenían que dormir en infectos agujeros en la tierra como ratas.

 

GRAFICOS

 

Apartado gráfico sobresaliente. Junto a unos modelados de armas muy realistas y unos escenarios enormes y tremendamente bien ambientados, tenemos unos personajes cuyas animaciones no bajan el listón. Es un juego muy visceral, y la sangre y las amputaciones de miembros de nuestros enemigos (y de aliados, e incluso de las nuestras en el multijugador) están a la orden del día.

Los efectos de partículas, y lumínicos (efectos de luz en tiempo real sobre las armas y brazos de nuestro personaje, humo, explosiones) son dignos de elogio. Treyarch ha realizado un muy buen trabajo en este apartado.

 

SONIDO

 

El juego está doblado completamente al castellano, en el que es un trabajo de doblaje sobresaliente. Los efectos sonoros, oídos muy frecuentemente en títulos de este tipo (disparos, explosiones y similares) son muy realistas y creíbles. La banda sonora, compuesta por Sean Murray, es bastante buena y ambienta la acción a la perfección. Con canciones de distinto tipo; en el frente oriental se nos deleita con melodías "asiáticas" (al escucharlas sabréis a lo que me refiero), usando instrumentos autóctonos de la zona. En cambio, en el frente ruso, se nos premia con melodías de corte más cañero y épico que sientan increíblemente bien pese a lo que a priori pueda parecernos.

Aquí tenéis varias pistas de este juego:

 

Wana Ridge

El corazón del Reich

Caída

Lullaby for a Dead Man

 

JUGABILIDAD

 

La jugabilidad de este título está sacada directamente del anterior: Call of Duty 4. Los controles son sencillos e intuitivos. Para Wii el control se ha adaptado al Wiimote, siendo este uno de los títulos en primera persona que mejor aprovechan las características de la misma.

Podemos llevar dos armas en todo momento, pudiendo ser cualquiera de las que hay en el juego. Las armas pesadas como por ejemplo el Panzershreck o el Bazuka M1A1 restringen levemente el movimiento. Para los encuentros cercanos, podemos usar nuestro cuchillo como ataque de melé para degollar a los enemigos.

Los movimientos clásicos de la saga también aparecen aquí. Alternar entre agachado, cuerpo a tierra y de pie, apuntar con la propia mirilla del arma, esprintar, y también devolver granadas enemigas. También podemos trepar por ciertas superficies siempre y cuando no sean muy elevadas. La salud es auto-regenerativa.

Los objetivos de las misiones son variados, y los saltos entre un frente y otro hacen que la campaña monojugador sea amena. La campaña puede ser además disfrutada en cooperativo para hasta cuatro personas vía internet, y a pantalla partida para dos personas.

La campaña individual nos durará alrededor de ocho horas en la dificultad estándar. Intentar superarla en veterano es todo un reto y a buen recaudo aumentará las ocho horas iniciales a bastantes más.

La ambientación es sublime, así como la jugabilidad. Los ataques banzai de japoneses, la toma del Reichstag, el manejo de un avión de combate defendiendo una flota norteamericana... los momentos épicos se cuentan por decenas.

Además los modos multijugador son muy variados y divertidos, prácticamente para todos los gustos. Las habilidades existentes son casi las mismas que en Call of Duty 4: Modern Warfare, por lo que es un shooter mucho más táctico y estratégico, por así decirlo, que Call of Duty: Modern Warfare 2 el cual es mucho más arcade e irreal.

Aquí tenéis un vídeo del gameplay de este juego:

La campaña individual nos durará alrededor de ocho horas en la dificultad estándar. Intentar superarla en veterano es todo un reto y a buen recaudo aumentará las ocho horas iniciales a bastantes más.

La ambientación es sublime, así como la jugabilidad. Los ataques banzai de japoneses, la toma del Reichstag, el manejo de un avión de combate defendiendo una flota norteamericana... los momentos épicos se cuentan por decenas.

Además los modos multijugador son muy variados y divertidos, prácticamente para todos los gustos. Las habilidades existentes son casi las mismas que en Call of Duty 4: Modern Warfare, por lo que es un shooter mucho más táctico y estratégico, por así decirlo, que Call of Duty: Modern Warfare 2 el cual es mucho más arcade e irreal.

 

CONCLUSION

 

Después del mediocre trabajo realizado con Call of Duty 3, Treyarch se redimió ofreciéndonos un shooter muy espectacular que se convirtió por méritos propios en un referente del género de la actual generación. Ya queda menos para la salida de Black Ops, y el listón que Treyarch se ha auto-impuesto no es precisamente fácil de batir.

 

Nota: 9,7