Análisis Max Payne 3

Título: Max Payne 3                                               Plataforma: PC, Xbox 360, PlayStation 3

Genero: Acción 3ª persona                                      Distribuidor: Rockstar Games

Fue en 2001 cuando Remedy Software nos trajo la primera entrega de las aventuras, o mejor dicho desventuras, de Max Payne. El título nos ofreció acción a raudales, un guión verdaderamente magnífico y una novedad más que interesante: el bullet time. Aunque hoy día el tiempo bala no nos es desconocido, gracias a los numerosos imitadores de Max y a la cinematográfica trilogía de Matrix, en su momento fue algo revolucionario, que desmarcó a este juego de los demás.

Pues bien, nueve años después de la última aparición de Max, los chicos de Rockstar Vancouver nos traen otra nueva entrega de las andanzas del ex-policía. Y lo hacen partiendo de la misma base que sus anteriores entregas: acción trepidante, un guión intachable y ríos y ríos de balas pasando a cámara lenta alrededor de nuestra cabeza. Sólo nos queda ver si han conseguido estar a la altura de las expectativas. Éste es Max Payne 3. 

 

 

HISTORIA

Des pués de pasarse años viendo el mundo a través de un vaso de whisky y de desarrollar una peligrosa adicción a los analgésicos, Max Payne ha tocado fondo. Y a pesar de las ansias con las que se lanza a buscar el olvido en cualquier bar olvidado de la mano de Dios, Max sigue sintiendo el dolor de sus numerosas pérdidas. En ese momento, cuando ya no podía caer más, es cuando su camino se cruza con el de Raúl Passos, un antiguo compañero de la academia reconvertido a la seguridad privada.

Buscando una oportunidad para empezar de cero, Max acepta la oferta de Passos de convertirse en un guardaespaldas privado. Ambos son contratados para proteger a Rodrigo Branco, uno de los hombres más ricos y poderosos de Brasil, y su familia: Víctor, el hermano mediano y un influyente político, Marcelo, el menor de los Branco y cuya profesión parece ser simplemente ser un niño rico, y por último Fabiana, su esposa florero.

Durante una fiesta benéfica en un ático de Saõ Paulo, un grupo de gente armada ataca de repente. Aparentemente miembros de una de las incontables bandas callejeras de las favelas, los barrios pobres de la ciudad, toman de rehenes a los miembros de la familia y tratan de huir, con un Max borracho y armado corriendo tras de ellos.

A partir de aquí se desarrolla una grandísima historia típica de un film de cine negro. A través de varios giros y de incontables lluvias de balas, Payne tratará de cumplir con su deber para con los Branco y de ganarse algo cercano a la redención mientras trata de averiguar el por qué de los ataques contra susprotegidos.

El punto narrativo es uno de los más potentes en el título que ahora nos ocupa. Al contrario que en las entregas anteriores en las que la historia se iba desarrollando mediante unas escenas con dibujos como en un comic, en esta ocasión la historia avanzará mediante escenas cinemáticas hechas con el motor del juego. Y estas escenas son de una calidad inpresionante, con una fotografía, cinematográficamente hablando, pasmosa. El uso que hace de repentinas distorsiones al comienzo de la historia, para mostrarnos el estado de borrachera y colocón de Max, y cómo va menguando a medida que nuestro héroe se va acercando a la sobriedad, es un recurso narrativo francamente bueno. Además, en ocasiones las escenas se fragmentarán al más puro estilo de la serie 24, en un guiño a la forma narrativa de las anteriores entregas.

Resumiendo, Max Payne 3 tiene una historia de calidad, sólida y atrayente, quie además está contada de una forma verdaderamente magistral. En este punto no podemos más que quitarnos el sombrero ante el trabajo de los chicos de Rockstar.

 

GRÁFICOS

El apartado técnico de Max Payne 3 también es francamente bueno. Tanto los personajes como los esnearios están modelados de una forma impecable y detallada, con un magnífico trabajo de texturización. La piel tanto de Max como de los demás personajes es eso, piel, con sus poros e imperfecciones, detalle que muchísimos títuloss tanto grandes como pequeños suelen olvidar, o las manchas de sudor en la camiseta de Max tras correr entre balas bajo el abrasador sol brasileño son un par de ejemplos de la calidad de las texturas y del mimo al detalle que destila Max Payne 3.

Con los escenarios pasa más de lo mismo. Desde los vasos y las botellas a medio terminar en la barra de un night club a los grafittis y los montones de escombros y basura en una cochambrosa favela, están llenos de detalles que reforzarán mucho la ambientación del juego y nos harán pensar que Max está de verás abriéndose camino por Brasil.

Las animaciones también están muy cuidadas. La cantidad de animaciones distintas de Max es francamente elevada, todas ellas fluídas y creíbles. Un ejemplo notable es el momento en que, tras haber sido impactado en un brazo por un arma de gran calibre, un Max desangrado y al borde del colapso avanza pesada y dificultosamente, tambaleándose y apoyandose en la pared para evitar caer al suelo. Un trabajo de animación francamente bueno.

También la física del juego merece una mención. Cada bala impacta allí donde apuntamos. Podremos ver no sólo dónde impacta la bala en el cuerpo de nuestros enemigos, si no también su ángulo y sus orificios de entrada y de salida en muchas ocasiones. La reacción de los enemigos a nuestras caricias de plomo también es bastante creíble, ya sea en una pierna, en el pecho o en la zona intermedia. Las caídas de nuestros enemigos al suelo una vez transformados en cadáveres también está francamente lograda. En algunas ocasiones algún brazo o alguna pierna puede quedar en una posición un poco extraña, pero en la inmensa cantiudad de los casos, los enemigos acabarán tirados en una posición creíble y natural. Dado lo natural que pueda ser el resultado de una lluvia de plomo, claro.

De todo lo demás, iluminación, explosiones, estela de las balas, fuego, agua, etcétera, también tenemos que decir que tiene una calidad más que suficiente para hacer nuestras delicias. Lo único que quizá podamos decir en este punto que no sea tan bueno, es que el resultado del paso de Max para el mobiliario circundante no sea patente de una forma tan clara como en los títulos anteriores. Por supuesto que la veremos, claro, con los impactos de bala y con aquello tras lo que nos cubramos medio destrozado, pero en anteriores entregas este efecto devastador era más claro y espectacular que en esta última aventura del señor Payne.

 

SONIDO

En el apartado sonoro tampoco pueden sacársele muchas pegas a este Max Payne. La banda sonora es de una gran calidad, con temas del mismo corte que entregas anteriores, pensadas para acompañar y potenciar marqvillosamente una historia con tintes oscuros como es la de Max. Los temas durante las escenas de acción también nos acompañarán perfectamente, cumpliendo su función sin molestarnos en ningún momento. Incluso los temas de música tecno que escucharemos cuando atravesemos un club nocturnos son buenos.

En cuanto al resto de efectos sonoros como son los disparos, explosiones y demás, están muy bien logrados, por lo que tampoco podemos quejarnos en este punto.

El doblaje de Max Payne es francamente bueno. Es una lástima que no haya llegado doblado al castellano, pero aún así es de una calidad impresionante. La entonación de la primera a la última palabra de las que se pronuncian en el juegto es exactamente la que debería ser, alejándose todo lo posible de los dobaljes de otros títulos en que las frases más parecen leídas por una máquina que por un actor de doblaje. Además las voces de cada uhno de los personajes le sientan como anillo al dedo a cada uno de ellos. La voz de Max, por señalar alguna, es la voz de una persona acabado, de un hombre abatido y cansado. Eso le da muchísima más fuerza a cada uno de sus comentarios, tan amargos y oscuros como siempre. también está el hecho de que las voces de nuestos enemigos están en un perfecto portugués, con el acento que deben de tener, lo cual nos transmite mejor la sensación de estar en Brasil, atrapados en un sitio en el que no entendemos a nadie, tal y como está Max. Como decimos, lástima que las voces no estén en castellano, pero aparte de eso es un trabajo de doblaje francamente sobresaliente.

 

JUGABILIDAD

Max Payne 3 recoge el testigo de las anteriores entregas. Estamos ante un título de acción en tercera persona que nos ofrece precisamente eso: acción. Acción trepidante e ininterrumpida, de la que nos quita el aire e inclinados ante la pantalla, esperando aún más. No importa la cantidad ingente de matones y paramilitares que se nos pongan por delante, en ningún momento se nos hará pesado o nos cansaremos de ver como el plomo vuela por doquier. Y eso es también gracias a la ya antes mencionada física del juego, que hace que cada bala sea única y que ningún enemigo, absolutamente ninguno, caiga de la msima forma. Además, antes de caer ante nuestro poderío armamentístico estos enemigos harán gala de una inteligencia muy lograda, con lo que nos obligarán a estar atentos en cada momento y buscar la táctica que mejor pueda sacarnos vivos de cada situación. Si nos quedamos quietos en un sitio estamos muertos, así de simple.

Otro de las características que definen esta saga es el tiempo bala. Durante un corto espacio de tiempo, podremos ralentizar el tiempo y Max será capaz de apuntar con más rapidez, lo que supone una indudable ventaja a la hora de abatir a los enemigos que nos disparan. Este efecto es sumamente espectacular y divertido a la hora de jugar, sobre todo cuando Max efectúa un salto con disparo. El tiempo bala se recargará con cada enemigo al que abatamos pero aún así deberemos racionarlo bien, ya que supone una ventaja decisiva en aquellos momentos en que de verdad estemos apurados. En ocasiones además se activará de forma automática para seguir algún disparo mortal, por lo que podremos ver de una forma tremendamente espectacular cómo acabamos con ese enemigo que intentaba agujerear a Max.

Otro de los puntos fuertes de la jugabilidad de este Max Payne 3, y una novedad en la saga además, es el sistema de cogberturas. Al más puro estilo de la saga Gear of Wars, Max deberá ir buscando parapetos tras los que ocultarse de los proyectiles enemigos y el saber cubrirse e ir avanzando de sitio seguro en sitio seguro bajo el fuego será vital a la hora de avanzar en nuestro recorrido.

La historia de Max durará entre unas ocho o diez horas. Si bien es cierto que para un juego de estas características no se puede decir que sea corto, la historia de Max Payne es lo suficientemente interesante y absorvente para que esas horas se nos hagan más cortas de lo que son, por lo que la duración del juego se nos hará más escasa de lo deseable. Sin embargo esto mismo hace que no tengamos problemas a la hora de regjugarlo, todo lo contrario, ya sea para satisfacer nuestras ansias de más tiroteos frenéticos o para encontrar las pistas y las armas doradas repartidas por los escenarios. También tenemos una serie de retos, de pequeños "logros" que podremos conseguir durante el juego, como cantidad de balas disparadas, de muertes conseguidas desde el suelo o con algo tan deshonroso de primeras como son los tiros a la entrepierna, entre muchos otros.

Si aún así se nos hace corto, podemos suplir esto con el modo Arcade y el Multijugador. Los distintos modos del modo Arcade nos supondrán un reto muy divertido, sobre todo el Minuto de Nueva York, en que tendremos que avanzar todo lo que podamos durante un sólo minuto, rapiñando segundos extra con cada enemigo que derrotemos.

El modo Multijugador es sorprendentemente completo para un título como Max Payne, en el que la historia de un jugador tiene el peso principal, al menos de primeras. Podemos elegir el modo de disparo, si semiautomático o manual, así como el tipo de partida. Dispondremos de modos más clásicos como el típico todos contra todos o de batalla de equipos, así como modos menos convencionales como el modo Max-sesino o Batalla de Bandas. En el modo Max-sesino dos jugadores encarnarán a Max y a Raúl Passos mientras que los demás tratan de abatirlos. Si algín jugador consigue acabar con alguno de ellos, pasará a ocupar su lugar. En el modo Batalla de Bandas varios grupos se enfrentan en una serie de cinco rondas, con distintos objetivos en ellas. Además el resultado de cada uno de estos grupos determina cómo se desarrolla esta serie de luchas, con lo que tenemos un modo multijugador con su propia pequeña historia.

Además también dispondremos de un sistema de subida de nivel, al más puro estilo Call of Duty. Conforme vayamos ascendiendo podremos ir desbloqueando armas y elementos para personalizar nuestro personaje, para lo cual dispondremos de una cantidad de opciones muy extensa.

El tiempo bala se ha implementado en el multijugador bastante bien, la verdad. Cada vez que un jugador lo active, aquellos jugadores que estén en su campo visual también lo activarán. A su vez, si alguno de estos jugadores tenían a alguien más en su campo visual, también lo activarán. Esto consigue implementar en el multijugador algo que parecía tan complejo de incluir en este modo como es el bullet time.

 

CONCLUSIONES

 

Nunca es fácil tomar el relevo en un proyecto como este Max Payne. Remedy dejó el listón muy alto con dos entregas con una calidad innegable y muchos seguidores fieles. Sin embargo los chicos de Rockstar Vancouver han sabido estar a la altura de las circunstancias sobradamente. Han conseguido renovar la saga, sobre todo en la parte narrativa, resuelta de una forma soberbia, mientras mantienen aquello que la hizo grande no sólo intacto, si no fresco. Y todo eso partiendo de una parte técnica realmente soberbia. Es cierto que la historia se nos hará muy corta, pero aparte de este defecto absolutamente todo lo demás no es más que una sucesión de virtudes. Aquellos que ya conociesen a Max estarán más que encantados de volver a verle, y aquellos que no pudiesen disfrutar de sus anteriores entregas disfrutarán con esta sin ninguna duda. Si te gustan las historias policíacas y la acción desbordante, Max Payne 3 es una opción más que digna a tomar en cuenta para tu colección.

 

NOTA: 9,2

1luismi1
Imagen de 1luismi1
El mejor de su genero, no

El mejor de su genero, no pararas hasta acabarlo e incluso merece la pena rejugarlo tras un tiempo prudencial... Lo malo... Que se han cargado un poco la esencia del policia depresivo de la negra NY