Análisis Metal Gear Solid Snake Eater 3D

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Nombre: Metal Gear Solid Snake Eater 3D                  Plataforma: Nintendo 3DS

Género:  Infiltración, acción táctica                            Distribuidora: Konami

Poca gente habrá que no conozca la saga Metal Gear Solid. Ya desde el año 1987, con su primera entrega para MSX que prácticamente bautizó el género del espionaje, Hideo Kojima ha ido construyendo entrega tras entrega una de las sagas más míticas y emblemáticas en la historia de los videojuegos, con cada título cuidado al detalle en todos sus aspectos.

Pues bien, ahora, desde Konami quieren relanzar la tercera entrega de la saga, Metal Gear Solid Snake Eater, con gráficos en 3D para la consola portátil Nintendo 3DS. Lo cierto es que han pasado 8 años desde que el título original llegase a la PlayStation 2, y sin duda es el mejor título que podiamos ver como primera entrega de esta magnifica saga en Nintendo 3DS.

 

HISTORIA

 

La historia de Metal Gear Solid Snake Eater 3D comenzaría en el año 1964, en plena Guerra Fría. Tras el incidente de los misiles de Cuba, las relaciones entre los Estados Unidos y la U.R.S.S. son cada día más tensas, y el temor a una guerra nuclear global no deja de crecer. En este momento la CIA manda a un agente de élite, especializado en misiones encubiertas en solitario, de nombre en clave Naked Snake a rescatar a un científico ruso, Sokolov, y traerlo al mundo libre desde el otro lado del telón de acero. Snake consigue llegar hasta Sokolov sin mayores problemas y la misión avanza sin contratiempos.

En ese instante aparece The Boss, una soldado legendaria que llevó a los aliados a la victoria en la Segunda Guerra Mundial, y la persona que enseñó a Snake todo cuanto sabe. The Boss anuncia a un sorprendido Snake que cambia de bando y le derrota sin esfuerzo. Durante este incidente, una bomba nuclear robada por The Boss arrasa el centro de investigación donde Sokolov era retenido. Los rusos culpan a Estados Unidos de la explosión de un artefacto nuclear en su territorio y amenazan con tomar represalias contra Norteamérica, desatando una guerra nuclear global. Para evitar esto, la CIA vuelve a mandar a un maltrecho y dolido Snake a matar a su mentora y encontrar pruebas de la inocencia de Estados Unidos en la explosión. Y así Snake vuelve a territorio ruso, para encontrar y acabar con The Boss, debatiéndose entre la lealtad a su país y la lealtad a la persona que le ha enseñado todo y hecho quien es; la lealtad a la misión o a sus propias creencias.

 

GRÁFICOS

 

El aspecto técnico de Metal Gear Solid Snake Eater 3D es uno de sus puntos fuertes. El modelado de los personajes es buenísimo, además de venir acompañado de unas texturas también de una gran calidad. Los movimientos y animaciones de Snake son fluídos y creíbles, así que ni siquiera en ese aspecto podemos encontrarle pega alguna.

Los escenarios también gozan de un buen diseño, amén de un acabado más que correcto. A pesar de que nos moveremos mayoritariamente por las selvas rusas, los escenarios no llegarán a cansarnos o a hacerse repetitivos.

Cuando activamos el efecto 3D, el juego nos ofrece una gran sensanción de profundidad, con una integración fantástica, pero que en ciertas ocasiones como ya sucedía en el juego original vemos ciertas bajadas de frames, aunque para nada molestan en nuestra aventura.

El resto de efectos tampoco desentonan con el apartado gráfico. Los efectos de las explosiones son correctos y cumplen de sobra su función. Destacable es el efecto de las bombas de humo, que, aunque quizá es un poco estático, cumple su objetivo de ocultar la visión en un área con la eficiencia con que lo haría una auténtica.

 

SONIDO

 

En el apartado musical, sólo se pueden decir tres palabras: Harry Gregson-Williams. Y es que la banda sonora de esta entrega de Metal Gear está a cargo de este magnífico compositor. Por tanto, la banda sonora de este título no puede calificarse de menos de espectacular. Composiciones épicas, frenéticas en las escenas de acción, fuertemente emotivas en los momentos precisos de la historia, todos los temas con una calidad espléndida. Una banda sonora que haría ponerse verde de envidia a más de una y de dos grandes producciones cinematográficas.

En cuanto a los efectos sonoros, todos los sonidos, disparos, explosiones, pasos, etcétera, son perfectamente reconocibles y están bien conseguidos y con una buena calidad.

Por último, otro de los puntos fuertes de este Metal Gear, el doblaje. Cierto es que no están doblados a la noble lengua de Cervantes, así que deberemos escucharlos en la lengua de Shakespeare, de la forma en que nos llegó en el Snake Eater original. A pesar de este triste detalle idiomático, el trabajo de doblaje, con David Hayter en cabeza, es de una calidad pasmosa, un verdadero ejemplo de cómo debe hacerse un doblaje bien hecho. Una lástima que no esté en castellano, cierto, pero aún así no podremos dudar de su calidad ni por un solo instante.

 

JUGABILIDAD

 

Jugablemente hablando, Metal Gear Solid 3: Snake Eater 3D ofrece lo mismo que pudimos ver en la entrega original, con una aventura centrada en la infiltración, el sigilo y la supervivencia,  con elementos como el que tengamos que cazar nuestra comida y tratar nuestras heridas. Además introduce el camuflaje, algo muy útil a la hora de la infiltración.

En cuanto a los controles, tendremos a nuestra disposición dos formas diferentes, si usamos o no el Circle Pad Pro, elperiférico de Nintendo que añade un segundo joystick a la consola al lado derecho y dos botones más. Si lo tenemos el control resulta muy parecido al original. Apuntamos con el pad, nos movemos con el otro y disparamos con los gatillos. La pantalla táctil la usaremos para acceder a los ítems.

En el caso de que no usemos el Circle Pad Pro, el control no resulta ser tan óptimo, puesto que nos veremos obligados a controlar la cámara con los botones "A", "B", "X" e "Y", lo que no resulta tan suave y comodo como estamos acostumbrados en la saga.

La estructura del juego se basa en avanzar en la trama, con un mapeado compuesto de localizaciones que tendremos que ir atravesando para llegar a nuestro objetivo. Siempre enfocado en la infiltración, tendremos que abrirnos paso hasta nuestro objetivo. Las secciones que atravesaremos para ello nos inducen a tratar de evitar confrontamientos directos, ya que dada su reducida extensión resulta complicado encontrar un sitio para esconderse hasta que cesen de silbar las balas sobre nosotros. Para ello, por ejemplo si conseguimos disparar a todas las ranas ocultas (en esta versión son Yoshi) en cada zona nos darán un camuflaje, junto con la novedad de poder usar nuestras propias fotos que tengamos en la SD para crear camuflajes propios. Pero no sólo acaba ahí, a lo largo del mapa iremos encontrando más camuflajes, con diferentes tipos se adaptan mejor para ocultarse dependiendo del terreno donde nos encontremos, como edificios, bosques, desierto, etc.

En el juego tambén tendremos que afrontar duelos con jefes finales, que vienen a ser miembros de COBRA en su mayoría, al derrotarlos mediante tranquilizantes conseguiremos su camuflaje. Con contiendas de lo más dispares siempre enfocadas en una acción más directa que hacen que el título sea mucho mas entretenido.

 

CONCLUSIONES

 

Metal Gear Solid Snake Eater 3D nos brinda una excusa perfecta para volver a revivir la magnífica obra de Hideo Kojima. O de descubrirla si es que acaso no lo hicimos en su día. No podemos hacer otra cosa que alabar el gran trabajo realizado para trasladar esta entrega de PlayStation 2 a la consola portátil Nintendo 3DS. Estamos ante una aventura increible que se convierte por méritos propios en un juego imprescindible, con grandes añadidos al título original cómo la pantalla táctil y los gráficos en 3D.

 

 

NOTA: 8,3