Análisis Resident Evil: Operation Raccoon City

Nombre: Resident Evil: Operation Raccoon City                    Plataforma: PlayStation 3, Xbox 360, PC

Género: Acción                                                                 Distribuidora: Koch Media

Si por algo será la presente generación de consolas recordada en el futuro es por la total integración del factor online en nuestras horas de ocio frente a ellas. Coto casi exclusivo de compatibles hasta ese momento, ya Gamecube, Playstation 2 y Xbox (sobre todo Xbox) empezarón a abonar un terreno en la red con algunos títulos que fueron la semilla de algo que hoy día sigue en pleno crecimiento y cuyo futuro (o casi presente podríamos decir) más inmediato pasa por el juego digital vía descarga o el "streaming". Con Resident Evil: Operation Raccoon City, Slant Six Games lleva a la franquicia de Capcom  por unos derroteros jugables nunca antes vistos en la saga. ¿Qué tal les habrá salido la apuesta?.

Pues ya os lo adelantamos: No muy bien. Las buenas gentes de Slant Six Games han optado por meter en una cocktelera la especialidad de la casa -la saga Socom de PS3 y PSP-, la acción con el sistema de parapeto que ya se ha hecho fuerte en tantos third-person-shooters, un marcado componente multijugador y, como no, la ambientación no-muerta más famosa de los videojuegos, enmarcada temporalmente en esta ocasión en los episodios 2 y 3 de la serie. La idea es atractiva, a priori, un "spin-off" de Resident Evil con esos elementos podría haber sido todo un bombazo. Las posibilidades estaban ahí, pero estamos en uno de esos casos en los que ni la suma de las partes es superior al todo, ni viceversa.

EQUIPO DE LIMPIEZA. RACCOON CITY ASEDIADA

El estallido del virús-G -una cepa más potente aún que la T- ha dejado la ciudad mapache fuera de control. William Birkin, el científico responsable de los laboratorios Umbrella en Raccoon, es puesto en caza y captura por sus pérfidos superiores. No será sino el grupo de mercenarios a sueldo de la organización conocido como Los Lobos (Wolfpack, en la versión original) quienes tienen como misión inicial capturar al desequilibrado investigador, ponerlo a buen recaudo y eliminar pruebas que incriminen a la corporación en el caos generado.

Por si la legión de infectados que puebla ahora la ciudad no fuese suficiente obstáculo, nuestro grupo protagonista tendrá que vérselas con los cuerpos de operaciones especiales que el gobierno ha desplegado en la zona y, sí, con algunos miembros de los STARS. Así, Lupo, Beltway, Vector, Bertha, Spectre y Four Eyes -los seis integrantes de Los Lobos- tienen un frenético camino que recorrer dividido en siete niveles que raramente superarán la hora de duración por separado. Así, la campaña del juego nos llevará por escenarios conocidos por los fans de la saga que, a juicio nuestro, no son tan fácilmente identificables como a priori nos gustaría y se podría pensar. Alabar, tanto por lo narrativo como por lo vistosas que son, las numerosas cinemáticas del juego. Son minutos que de verdad nos hacen recordar algunos de los grandes momentos de  la saga vividos en PSX.

Tanto escenarios como personajes comparten un defecto. A pesar de las buenas intenciones de sus creadores, no llegamos nunca a identificarnos con los componentes del Wolfpack. Ni sus oscuros sarcasmos (recordemos que son los "malos" de la peli), ni las habilidades únicas de cada miembro nos hacen sentir parte de la historia. Con los escenarios ocurre algo parecido. El hilo narrativo nos lleva por por los edificios e instalaciones que ya vimos dos generaciones atrás en Resident Evil 2 y 3, pero ¿de qué nos vale eso si no somos capaces de reconocerlos?. El seguidor de la saga habría disfrutado mucho más de haber podido identificarlos fácilmente. La mayor prueba de esto es que el "fanboy" que llevamos dentro aflora en el momento en que personajes clásicos (Claire Redfield, Leon S. Kennedy, Némesis y algunos más) aparecen en pantalla. Aplaudir, sin embargo, algunos momentos en los que, con nuestras acciones, podemos "modificar" la historia de la serie tal y como la conocemos. Ese es el tipo de aciertos que habría estado bien potenciar.

LA CIUDAD MAPACHE, COMO NUNCA ANTES LA HABÍAS VISTO

Hay poco que reprocharle a Slant Six Games en el plano técnico. El juego es visualmente correcto, con unos modelados y detalles en los protagonistas que lucen especialmente bien. La oscuridad y las puestas en escena a media luz consiguen iguamente lo que se proponen, una ambientación claustrofóbica en ocasiones y opresiva en casi todo momento. Ahora bien, esto ha sido una arma de doble filo. A pesar de que nuestro recorrido nos lleva por muy diferentes escenarios (laboratorios, tétricos callejones, hospitales abandonados...), la sensación de que se parecen demasiado entre ellos está ahí. Y eso, podéis estar seguros, no juega en favor del título.

Destacamos el acabado visual de los escenarios abiertos frente a los cerrados. El infierno en la tierra desatado en Raccoon City luce especialmente bien en sus calles. Vehículos en llamas, locales destrozados... el fin de los días en las avenidas de la malograda ciudad entra muy bien por nuestras retinas. Correcto también el trabajo con los monstruos clásicos de la saga. Infectados (no muy variados, eso sí), Hunters, Lickers... verlos es quererlos, nuestro chip "fanboy" vuelve a saltar solo con tenerlos en pantalla.

Puede que la estable tasa de imágenes del juego, que cae un poco sólo en determinados momentos de máxima acción, sea en parte la culpable de la pequeña pero perceptible, sobre todo en estancias cerradas, desincronía vertical que muestran las texturas en Resident Evil: ORC. No obstante, dado que no es mayor problema en esta ocasión, damos por bueno el sacrificio. En cuanto al sonido, un OK en toda regla. Al correcto, que no variado, listado de fxs (tiros, gritos, explosiones...) se une una banda de sonido incidental y cumplidora y, nos dejamos lo mejor para el final, una completa localización al castellano con las cuerdas vocales de conocidos profesionales. Todo muy de agradecer, sí señor.

LA ACCIÓN ES AHORA COSA DE CUATRO

Resident Evil: ORC es un juego de acción en tercera persona en el que encarnaremos a cualquiera de los seis componentes del escuadron Wolfpack. Sí, seis, pero en pantalla serán sólo cuatro (más habría sido excesivo, dado el tamaño de los escenarios). Vigilancia, reconocimento, medico de campo, explosivos... al margen de su facilidad para apretar el gatillo del generoso arsenal que se pondrá a nuestra disposición, cada personaje cuenta con dos habilidades pasivas y tres activas únicas. Estas, gracias a los puntos de experiencia que ganamos tras cada partida, podrán ser aumentadas en hasta tres niveles. De este modo podremos "moldear" la partida a nuestro antojo y enfocar nuestro curso de acción del modo que más nos guste.

Usar balas incendiarias, velar por la salud de nuestro equipo, aumentar nuestra armadura e incluso infectar a nuestros adversarios con el infame virus para que se vuelvan contra sus compañeros son algunas de estas habilidades. Añadimos a esto un sistema de cobertura que, con sus fallos, nos es útil y una disposición de controles funcional y, a priori, tenemos los ingredientes para pasar un buen rato a base de pólvora y cabezas de zombi reventadas. Sí, a pesar de no haber realmente un trasfondo original, suena interesante ¿verdad?. Y lo es, o mejor dicho, lo sería de no ser por que los cimientos en los que se asienta el juego se resquebrajan bajo sus pilares cuando llega el momento de la acción. Es inadmisible lo mal que funcionan algunas de las cosas más básicas a nivel jugable en Resident Evil: ORC. Los tiroteos en sí, por ejemplo, no son buenos. Tan pronto un zombi precisa de un cargador entero para abatirlo como con una corta ráfaga de subfusil cae rendido a nuestros pies. Peor aún, hay momentos en los que, casi en combate cqb, nuestras balas atraviesan sus objetivos como si nada.

La acción tiene momentos frustrantes. Por ejemplo, luchar con un Licker, que te atrapa con su camaleónica lengua con poco o ningún margen para la esquiva, mientras se le cose a balazos sin apreciar realmente si le estamos mermando la vida es una experiencia de juego realmente floja. Así, el esfuerzo por maximizar el efecto de nuestras balas(que, dicho sea de paso, no abundan) sobre el enemigo se torna en algo infructuso el 90 % del tiempo. Lamentable. Y si falla eso, el pilar que sostiene este "spin off", ya nos contaréis de qué sirve el resto de "features", por buenas que sean o bien implementadas que estén. No vamos a hacer más leña del árbol caido, dado que ha quedado bien claro lo mal llevado a cabo que ha sido lo que debería haber sido lo más trabajado.

Tenemos dos vías para jugar a la campaña de Resident Evil: ORC, en solitario, dependiendo de la pobretona IA de los bots que nos acompañan, incapaces de nada más allá de curarnos, y que pisan minas y se interponen en nuestro camino como si la batalla no fuese con ellos, o con amigos, opción esta la más acertada y donde el juego ofrece un aliciente extra. Campaña aparte, se nos ofrece cuatro modos multijugador competitivos para hasta ocho contendientes con los que dejarnos la vida y los gatillos del pad. Supervivencia (o como lo llaman en Gears of War, modo Horda), peligro Biológico (un Capturar la Bandera camuflado), Ataque Enemigo (un vs por equipos) y Héroes (lo mismo pero protagonizado por Jill, Leon y los protas de la serie). Nada nuevo bajo el sol, ciertamente, pero son un valor seguro a la hora de alargar la vida útil del juego.

CARRERAS CONTRARRELOJ

En un 2012 en el que la saga Resident Evil va a dar a luz tres títulos (Revelations, Operacion Raccoon City y Resident Evil 6), Capcom ha debido pensar que era buena idea apretar las tuercas a Slant Six Games para que entre el lanzamiento de este ORC y el sexto episodio de la serie que, recordemos, nos llegará el próximo Otoño hayan unos meses prudenciales. Quizás haya sido acertado desde el punto de vista de las ventas (dos Resident Evil con fechas de lanzamiento cercanas podría no se una buena idea), pero no lo ha sido desde la óptica cliente final. Disparar en RE:ORC no es una experiencia satisfactoria. Podríamos envolver este hecho en un resto de apartados sobresalientes (que para nada es el caso) que el juego seguiria siendo lo que es. Un producto que habla por sí sólo de lo mucho que prima la agenda de lanzamientos sobre el acabado final. ¿Eres un absoluto fan de la franquicia?. Pruébalo, seguro que podrás sacarle partido visitando la ciudad maldita y conociendo  algunos detalles más de los primeros episodios de la serie. Tú mismo.

 

LO MEJOR

  • Qué demonios. Volver a Raccoon City siempre es un placer.
  • Apartado técnico correcto sin más.
  • Localización al castellano.
  • Campaña cooperativa a cuatro bandas.

 

LO PEOR

  • Floja experiencia jugable en el pilar del juego: los tiroteos.
  • Escenarios que, sin repetirse, transmiten las mismas sensaciones.
  • IA poco trabajada.


NOTA: 5.5/10

nash
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Es lo que me imaginaba...que

Es lo que me imaginaba...que no era un juegazo, aunque bueno, si tengo la oportunidad algun dia lo jugare.